quarta-feira, 2 de novembro de 2011

Feliz Día de los Muertos




" Y él sabía que ahora estaba “realmente” muerto. Lo sabía por aquella apacible 
tranquilidad con que su organismo se  dejaba llevar. Todo había cambiado 
intempestivamente. Los latidos imperceptibles que sólo él podía percibir se habían 
desvanecido ahora de su pulso. Se sentía pesado, atraído por una fuerza reclamadora y 
potente hacia la primitiva sustancia de la tierra. La fuerza de gravedad parecía atraerlo 
ahora con un poder irrevocable. Estaba pesado como un cadáver positivo, innegable.
Pero estaba más descansado así. Ni siquiera tenía que respirar para vivir su muerte. "

Gabriel García Márquez